domingo, 18 de junio de 2017

VAMOS A PRESENTARNOS

QUEREMOS QUE NOS CONOZCAN                               

HABLA PENÉLOPE:

     Hola amigos blogueros, les saludo con todo cariño. Soy Penélope  y hoy he decidido comenzar una nueva vida. Para eso me gustaría primeramente presentarme a ustedes, con la finalidad de que vayan conociendome y puedan entender cuanto aquí yo les comparta.

    No me creo la sabiduría personificada, y como he escuchado decir por los lados del Olimpo, nadie aprende de las experiencias ajenas. Eso en realidad, no me importa. Yo simplemente deseo escribir de mi vida, de mis experiencias, de mi diario batallar y si a alguien le sirve de algo, pues, ¡bienvenido sea!, si piensan que pierden su tiempo leyendo estos “consejos”, pues no lo hagan, porque nadie los obliga a nada en esta vida. Recuerden que de lo que hagan ustedes hoy por propia voluntad o de lo que hayan hecho en el pasado, dependerá su vida futura.
     Quisiera primeramente contarles algo de mi vida: Nací por obra y gracia de la mente prodigiosa del gran escritor Homero, en un poema épico llamado Odisea, fruto de su inteligencia y pasión por las letras. Sin embargo no quiero hacerles este relato tan largo que pueda llegar a cansarles. Mi nombre  en griego se escribe Πηνελόπη, pero como lo encuentro algo difícil de pronunciar, prefiero escribirlo y leerlo en latín, o sea Penélope. Me enamoré muy joven de un apuesto joven al que amé con locura, como solamente se ama al primer amor. Más mi madre, me prohibió estos amores y me dio como esposa a Odiseo, que para aquel entonces era rey de Itaca, y al que siempre le fui fiel y traté y cuidé como la mejor de las esposas, ya que llegué a amarlo profundamente. Lo esperé durante veinte años, cuando él se fue a pelear la guerra de Troya. Mientras mi esposo estuvo fuera, fui pretendida por múltiples hombres. Para mantener mi castidad ante la ausencia de mi marido, les decía a los pretendientes que aceptaría la desaparición de Odiseo, con la consecuente promesa de un nuevo enlace, cuando terminara de tejer un sudario, para cuando falleciese el ex rey Laertes, en el que estaba trabajando. Para mantener el mayor tiempo posible este tejido en elaboración, procuraba deshacer por la noche lo que tejía durante el día, y de esta forma soporté los veinte años. Justo cuando Odiseo llegó a casa, terminé la labor, Odiseo mató a mis pretendientes y permaneció conmigo . En la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza y hasta que la muerte nos separe. Esas fueron las palabras que pronunciaron cuando bendijeron nuestra unión y a las que nos mantuvimos fieles, hasta que la muerte nos separó. No les voy a hacer el cuento mucho más largo, porque la idea de esta narración no es contarles mi vida, sino darles pequeños consejos que puedan ayudarles en sus vidas, eso sí, para que sean felices y procuren siempre gozar de su existencia, de su transitar por este camino, de una manera positiva aún a través de las dificultades. Poco a poco ya irán sabiendo más de mi vida.


HABLA CLEOPATRA:

     Hola, los saludo, yo soy Cleopatra. No puedo decir que yo haya sido una buena persona anteriormente, aunque me siento bastante regenerada. Sin embargo si estoy convencida que entre mis experiencias, hayan sido buenas o malas, hay ciertas cosas de las que hoy puedo decir sin miedo, que estoy arrepentida. Ojala el tiempo pudiera dar marcha atrás, quizás haría lo mismo que hice, no lo sé, pero lo que sí sé es que esta amistad que he comenzado con Penélope me hace ver la vida desde otro ángulo y creo que me será beneficiosa. Pero antes, vamos a conocernos:

     Nací en Alejandría y fui la última de las reinas del Antiguo Egipto, mi padre se llamaba Ptolomeo XII, y por supuesto gocé de todas las comodidades y trivialidades de las que puede gozar una princesa caprichosa, y que para completar mi dicha, siempre fui  muy hermosa y de bella silueta. Para lograrla me he sometido  a maquillajes y afeites que realzan mi belleza. Sin embargo, reconozco, que no me comporté muy bien con mi esposo cuando “le puse unos cuernitos” con Julio César. Lo sé, eso es muy criticable, pero en mi favor debo decir que me habían casado con mi hermano, cosa común entre las monarquías egipcias de la época, y él era bastante feúcho. En cambio Julio César era un apuesto romano que se las traía del tres al cuatro. ¿Y qué mujer puede resistirse a los encantos de un “latin lover”?.Años más tarde cuando en la guerra murió Julio César y más tarde Ptolomeo XII, no resistí la tentación y me enredé con otro romano que estaba muy buenote él, llamado Marco Antonio. Es que siempre he sido muy querendona.  Por eso creo que se me puede haber perdonado algún pequeño desliz de entonces. Pero eso ya es tiempo pasado y ahora deseo compartir con mi amiga Penélope mis consejos y apreciaciones que puedan servirles para mejorar sus vidas.

 

Hablan  Penélope y Cleopatra:

     Los invitamos a seguirnos y dejar sus preguntas y problemas, que deseen compartir con nosotras para que podamos ayudarles. La verdad es que nuestra finalidad no es averigüar las vidas ajenas, solamente dar consejos. Les rogamos utilicen un lenguaje siempre respetuoso y desprovisto de términos soeces o groseros, porque en ese caso serán eliminados sus comentarios.También pueden escribirnos al correo:
     penelopeycleopatra@hotmail.com

     Allí pueden contarnos sus problemas si no desean comentarlos en público y nosotras veremos de darles una solución, pero esa solución o consejo siempre la verán en público. No contestamos privadamente.

     Esperamos pues, que nosotras Penélope y Cleopatra, a través de nuestro diario vivir, podamos lograr una mejor calidad de vida, que tanta falta nos hace hoy día.

     Un beso, amigos, y que la luz positiva y la fuerza los acompañen.













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