UN BUEN HALLAZGO




UN BUEN HALLAZGO






HABLA PENÉLOPE:



     Hola, mis queridos y consecuentes amigos.
    Para hoy tengo un secreto que valdría la pena desmenuzar en pequeños pedacitos para poder meditar uno por uno.

     Navegando por este mundo cibernético de internet, sentada en la barca de mis curiosidades, he encontrado la imágen que les he colocado al inicio, que al leerla me ha producido una serie de reflexiones que bien podría convertir en un buen secreto.

     Vean y lean bien esa  imagen, que dicho sea de paso, no es mía propia. Esta imagen con su reflexión o sus temas, tiene un autor, el cual francamente no lo sé, pero como no quiero problemas posteriores de que si me plagiaste, que si me robaste y bla, bla, bla, quiero dejar bien aclarado que no es idea mía. No lo escribí yo, ni mi amiga Cleopatra. Solamente voy a referirme a cada punto y a “secretear” sobre ellos. Por cierto, tal vez le deje algún punto a la loca de Cleopatra para comentar, aunque ella es muy impulsiva.

     La imagen nos dice:

“10 cosas para dejar atrás”

¿Qué entendemos por dejar atrás?

   Secretamente, en mi interior, creo que “dejar atrás”, quiere decir simplemente, eso mismo. Dejar atrás “de uno mismo”, fuera de si, no cargar con ese lastre encima cada día, dejar la maleta en casa, viajar ligerito, quitarse “el bacalao” de la espalda. Más claro no puedo explicárselo, y estoy segura que todos me han entendido.

     Vamos al punto siguiente:

 1.-TRATAR DE CAERLE BIEN A TODO EL MUNDO:

 

Y te pregunto:

¿Por qué tengo que caerle bien a todo el mundo?

     Los seres humanos no todos somos iguales. Dios nos hizo muy distintos unos de otros. Y ¿por qué nos hizo diferentes?...Precisamente para que podamos diferenciarnos unos de otros (valga la redundancia) y no nos convirtiéramos en clones unos de otros.

     Independientemente de las diferencias que resaltan a la vista, tales como el color, la contextura y los rasgos (bellos o feos, aunque no hay seres humanos feos, eso es muy relativo y es tema para otro secreto), hay otras diferencias que nos permiten notar que no todos somos iguales.

     Ahora bien…¿por qué tengo que gustarle a todo el mundo?
     Es la pregunta que diariamente podemos hacernos. Y yo te doy mi secreto para una mejor convivencia:

     No tienes que gustarle a todo el mundo, sencillamente porque a ti no te gusta todo el mundo. Hay personas  en una comunidad, en un trabajo, en la escuela, etc. y los demás dicen que esa persona es un dechado de virtudes pero sin embargo, tú no se las ves. ¿Por qué será? Pues porque quizá esa persona contigo no es amable, o te habla de mala gana, o en fin, no soportas sus ironías, o su carácter, o su chabacanería. 

     Entonces, ¿por qué tiene que gustarte?

     Cada quién ha recibido una educación, y unos valores que por generaciones se han transmitido en las familias y tal vez esa persona no tenga los mismos valores tuyos, pero que otras personas piensan que los tienen. O no se trata de eso, sino de un sentimiento que no puedes precisar, de un "feeling" (sea bueno o malo) que esa persona te transmite, a veces inconscientemente.
Y por supuesto, también sucede en el caso contrario, tú no le caes bien a otros, precisamente porque tienes esos valores de los cuales otros carecen (no necesariamente sea esa la causa, te repìto, tal vez sea el dichoso "feeling"). No quiero insinuar con esto, que tú seas mejor que los demás. Nada más lejos de mi intención, solamente quiero hacerte recalcar que no estás obligado a ser “monedita de oro” para todos.

     O sea, que si no le caes bien a otras personas, no debes dejarte influenciar por otros, o abandonar tus buenos principios solamente para poder integrarte a un grupo o para que  a los demás les gustes. O sentirte mal por ello y andar con una amargura perenne, porque no le gusto a fulano o a fulana. Que se te vaya a convertir en un complejo, en una fijación, en una amargura diaria de la mañana a la noche.

     No importa que no les agrades, debes mantenerte fiel a tus valores y principios sin importar a quien le gustes y a quién no.(Recuerda, como la canción...es..."Cuestión de feeling") Pero eso sí, sé siempre una persona que se destaque por sus actuaciones buenas en todo momento, que eso a la larga redundará en tu bienestar y el de tus semejantes.

     Y ahora, deja atrás esa primera maleta y olvídate. Si no le gustas a todo el mundo…¡Ellos se lo pierden!...Lo importante es que tú misma te gustes y estés contenta (o contento) contigo mismo. Eso hace la diferencia. Quererse, gustarse uno mismo, sin llegar a narcicismo, pero amarse uno mismo. Cuando llevas el amor por ti mismo en tu corazón, lo demás viene por añadidura. Quien tiene amor, irradia amor.



HABLA CLEOPATRA:


     Ya he leído con atención lo que les expuso Penélope. Esa chica siempre es tan reflexiva que a mi, francamente a veces me estropea el día.
      De cualquier manera, yo también quiero opinar y dar mi secreto.

     En la corte donde he vivido, a pesar de mis simpatías y mi carácter alegre, a veces, había algunos de mis contemporáneos a los cuales mi persona no gustaba. A veces eso me hacía sentir frustrada  e insegura de mí misma, y  a pesar de que yo misma siempre me he querido, me sentía insegura ¡caramba!,  y hasta malhumorada por ello .

     Entonces, en uno de esas conversaciones con  Marco Antonio, donde yo le confesé mis inseguridades, él me sugirió que me mirara en el espejo y que lo hiciera desprovista de todo velo, de todo ropaje, o sea, pues…completamente desnuda.

     Eso me impactó, porque a pesar de mi belleza, siempre sentía mis dudas al respecto y me sentía incapaz de desnudarme frente a un espejo y ver en mí, algo más que eso...una mujer desnuda. Pero un buen día, logré dar ese paso y me vi reflejada en el espejo de mi aposento. ¿Y saben lo que descubrí?... Que yo no era perfecta, que tenía unos kilitos de más aquí o allá, que mis pechos no se mantenían tan firmes como cuando era más joven, pero…¡que yo me gustaba, que me sentía feliz como era!...y desde ese momento, todas, toditas las personas que comencé a tratar me vieron con otros ojos, porque al yo gustarme irradiaba belleza en todos los sentidos y los demás aprobaron mi persona y me aceptaron tal como soy. Y aún le añado otro secreto. Marco Antonio el día que le confesé lo que había logrado, me dijo: "Tú no eres bonita, sino atractiva" y eso cambió el resto de mi vida. Despues me convertí en una mujer inolvidable.

     Ese es mi secreto: ¡Mírate en el espejo!


SEGUIMOS COMENTANDO EL HALLAZGO

DEJAR AFUERA LA SEGUNDA MALETA



HABLA PENELOPE:


     Hola amigos y amigas, ¿les sirvió de algo el mensajito que les dejé ayer?

    Espero que sí, y haber logrado con eso descargarles de una primera maleta, de esas que llevamos todos los días a nuestras espaldas y que nos hunden en el desconsuelo y la lástima de uno mismo. 

     Uf, que cosa terrible es esa de tenerse lástima. Es lo peor que se ha inventado. Cuando te tienes lástima no levantas cabeza, y lo que es peor, das lástima a todo el que se cruza en tu camino. Y eso es terrible.

     Recuerdo una anécdota de mis tiempos en Roma, cuando estaba casada con Ulises y lo esperaba de uno de sus largos viajes. Fui al mercadillo a comprar unas lanas para seguir mi tejido y al ir a pagar la compra, me di cuenta que no llevaba suficientes dinares, así que no me quedó más remedio que sacar mi papiro de crédito y por supuesto acompañarla de mi papiro de identificación, que nunca salgo sin ella. Cuando el dueño de la tienda vio mi imagen en el papiro de identificación dijo “Usted tiene cara de millonaria”, y yo, que en verdad no lo soy, vivo de mis tejidos y esas cosas, pensé para mis adentros: “Más vale que me vean cara de millonaria, que de muerta de hambre”. Por eso les digo. Siempre siéntanse como las reinas del baile.

     Pero me he salido del tema sin querer, queriendo. Hoy vamos a meditar sobre el segundo punto del cartel que encontré y les mostré ayer. Ese segundo punto es:

2.-EL TEMOR A EQUIVOCARTE


     Si, ciertamente andamos por la vida, a veces, con un horror de equivocarnos. Un horror tan grande que a veces nos inmoviliza hasta los pensamientos.

     Te vistes y piensas.”¿Estaré bien?”…¿Le gustaré a mi novio?...¿Qué dirá mi mamá?...Y mil cosas por el estilo, que hacen que en ese momento tu día, el cual se perfilaba alegre y luminoso, de repente se vea gris y lleno de nubarrones.

    Y yo te pregunto: ¿Qué pasa si te equivocaste al ponerte la ropa?...¿Es algo de vida o muerte?

     Te contesto: ¡No importa!¡No pasa nada!

    ¿Por qué has de tener temor de equivocarte? ¿Se va a acabar el mundo por eso?
¡Nooooooooo!

     Cuantas equivocaciones han permitido grandes descubrimientos en muchos campos de la vida.

    Muchos inventos han sido creados sin querer, por una simple equivocación de alguien en su momento. Y los inventores pueden estar años desarrollando una idea, hasta que una casualidad, un accidente o un suceso les entrega una nueva perspectiva, porque siguieron adelante sin temor a equivocarse, hasta que finalmente se convierte en un útil error para el resto del mundo.

    Les voy a dar un ejemplo de un  personaje, que sin miedo a equivocarse, cambió el mundo:

     El pegamento super poderoso o cianoacrilato (llamado pega loca en algunos países)fue descubierto mucho antes que se hiciera conocido masivamente, simplemente porque alguien siguió adelante sin miedo al error. Aunque en un principio las intenciones del investigador Harry Coover fueron utilizarlo como material para armamento militar y otras aplicaciones, su viscosidad y capacidad para pegar todo impedían cualquier uso práctico. Esto, hasta que sin miedo a equivocarse en lo que iba a hacer, se dio cuenta que el compuesto no requería de calor o presión para unir a dos materiales. Fue entonces, cuando decidió utilizar la sustancia en distintos artículos, comprobando que en su gran mayoría quedaban fusionados de forma permanente.

     Y podría decirles muchas cosas más, pero no deseo cansarles. Simplemente recalcarles, que el miedo no es compañero de nadie y que el mundo es de los valientes.

     Así que si sales a la calle con miedo, con temor a equivocarte, lo más seguro es que vuelvas a tu casa con las manos vacías, la colita entre las extremidades, y la cabeza mirando al suelo.

     Cada día, al levantarte, da gracias a Dios por ese nuevo día, y disponte a enfrentarlo sin miedo y con valentía. Sal a comerte al mundo todos los días, y que no te importe si te equivocas o no. Roma no se hizo en un día, y si te equivocas, es un buen signo, quiere decir que eres humano. Lo que los demás piensen, que no te importe. Tú eres tú, y no te pareces a nadie, eres perfecto porque eres creación a imagen y semejanza de Dios, con la diferencia que Dios no se equivoca nunca y nosotros sí. Pero eso…eso no importa, porque todo se puede solucionar. Para eso tenemos el cerebro bien puesto, para pensar y buscar soluciones.
 

Asi que…
          ¡FUERA LA SEGUNDA MALETA!              












HABLA CLEOPATRA:


     Lo que mi amiga Penélope ha comentado, es tan cierto, como que mis amigos más íntimos me llaman Cleo la bella.
      ¡Cuántas veces me equivoqué en la vida!¡Cuántos errores cometí!

     Y sin embargo aquí estoy, recordada por la posteridad como la bellísima Cleopatra. Nunca le tuve miedo al público de galería, siempre fui fiel a mí misma y eso es lo que quiero transmitirles en estas breves líneas.

     Ser fiel a uno mismo. No ser una triste copia de otros. No ser un facsímil de a quien queremos imitar. Ser original, sin miedo a equivocarse en lo que hagas.

     Si te equivocas, no pasa nada,  pues equivocarse es de humanos y rectificar de sabios, dice el conocido refrán. Y eso es totalmente cierto, doy fe de ello.
    Quizás me equivoqué cuando me presenté ante Julio César envuelta en una alfombra como un regalo, no lo sé, pero no tuve miedo y actué en consecuencia. No me importó lo que podría pasar. Si hubiera tenido temor a equivocarme, la historia habría dado otro giro.
     Pero lo pasado, pasado está.
     Así que , amigos que nos leen, tomen esa espada con valor, vamos a enfrentarnos a la vida con entusiasmo, y sobretodo sin temor a equivocarse. Que si te equivocas, tienes un borrador grandísimo para borrar el error, y ese es…comenzar de nuevo con más ímpetu.




FUERA LA TERCERA MALETA:





3.-EL TEMOR A LOS CAMBIOS


HABLA PENÉLOPE:    

     
       Hoy vamos a comentar este tercer punto, el llamado "TEMOR A LOS CAMBIOS". Algunos filósofos han dicho que el hombre es un animal de costumbres, y es posible que tengan razón. Sin embargo, ésto no tiene por qué ser así. ¿Puede alguién decirme el por qué necesariamente yo debo hacer lo mismo todos los días?¿No dicen que la rutina puede matarnos?
        Pues sí. Cuando todos los días seguimos la misma rutina, llega un momento que el cuerpo se hastía de siempre lo mismo, siempre lo mismo. Todos los días debes escuchar a una amiga rezongona cuando sales a caminar por la mañana por la Vía Apia. Todos los días debes bañarte a las 12.30 p.m, antes de almorzar, para que no se te corte la digestión. Todos los viernes debes pintarte el cabello, todos los lunes por la tarde debes ir al gimnasio. Todas las noches debes ponerte crema en las manos (eso sí que sea de las que tienen barro del mar muerto), todos los miércoles tienes que ir al mercado. Los jueves tienes que comprar la última revista. Tienes que soportar que tu otra amiga te diga lo que debes hacer.Y yo te pregunto...¿Por qué?...¿Por qué debes hacer lo mismo todos los días? 
          Te entiendo. Si le dices a tu amiga que no la soportas, que te arruina el día escuchándola quejarse desde las 5.30 a.m, que llegas a tu casa completamente estresada por su conversación y que eso hace que tu día comience con mal humor, tienes miedo de ofenderla y eso te causa malestar. Y si es la otra amiga, la que continuamente te dice lo que debes hacer, cuando debes ir al Coliseum para complacerla, no te atreves a decirle que te tiene cansada y que harás lo que quieras y que irás cuando quieras, porque son amigas hace tiempo y no quieres perder esa amistad. Y en fin, todo lo demás, no te atreves a cambiarlo, por temor a que las cosas no salgan bien y se te enrede la vida.
             Pues te digo una cosa. ¡Cambia!...¡No pasa nada si lo haces!...¿Cuál es tu miedo?...El miedo no es compañero de nadie, me decía Odiseo, mi esposo, cuando yo le expresaba algún temor. Otra cosa que me decía era: el que no arriesga, ni gana,  ni pierde.
                A partir de hoy, decidí dejar fuera de mí, el lastre de temerle a los cambios. Puedo cambiar el color de las paredes de mi palacio en la Vía Apia, porque sí, porque es mi deseo. Puedo decirle a mi amiga que ya no caminaré más con ella a menos que deje de quejarse por la mañana, y si no lo hace, caminaré sola por otro camino, no será la Vía Apia, pero será otra vía. Puedo decirle a mi otra amiga que haré lo que quiera y que iré al Coliseum cuando yo quiera, no porque ella me lo diga. Dejaré de ponerme crema en las manos, de la del mar muerto, y compraré otra crema que me guste más. Dejaré de pintarme el cabello los viernes con henna y lo haré cuando me den ganas...
                  Pero, sobretodo, seré yo misma. No tendré temor al día que viene, porque yo sola soy dueña de mis actos. Tengo libre albedrío para decidir por mí misma, sin miedo a lo que digan los demás y sin miedo a equivocarme (¿Recuerdan la maleta anterior, que dejamos fuera?). No tengo miedo a los cambios, puedo dejar de usar túnicas de color blanco y vestirme con las túnicas del color que más me agrade. Puedo maquillarme los ojos con el kohl que más me guste, puedo usar henna cuando quiera...Y en resumen...No le tengas miedo a los cambios, eso sí, que sean cambios positivos para tu vida y tu persona. Tampoco te vas a volver loca haciendo cambios extravagantes que se conviertan en ridículos, ni cambios que sean malos o inadecuados para tu vida. Simplemente, busca cambios positivos que te favorezcan, a tí y a tu familia y que permitan que tu vida se haga cada día de mejor calidad.

HABLA CLEOPATRA:

     Esta Penélope, siempre se comporta con tanta filosofía, que a veces me produce acidez. No sé de donde saca tantas ideas, cómo puede pensar tanto. Yo francamente, me he pasado toda mi vida cambiando. Cambio de esclavas en todo momento. Cuando me traen una esclava que encuentro un poco más radiante que yo, de inmediato la cambio por otra más feúcha. Comprenderán que no puedo permitir que ninguna esclava opaque mi belleza incomparable. Caso contrario, es cuando me envían un esclavo más bien de porte debilucho, allí si me convierto en una tigresa y lo mando a cambiar por un esclavo de buenos músculos, con facciones adecuadas al macho alfa, y que sepa hablar con galantería. Ah...es una delicia estar rodeada de esclavos de ese porte, que te abanican para que no transpires, que te traen tus dulcitos por la tarde y tu vasito de leche malteada por la noche y que te preparan tu baño de agua de rosas en la intimidad. En fin, queridas amigas. No tengan miedo a los cambios. A veces la sal de la vida la forman precisamente los cambios en la rutina diaria. Eso sí, tengo que darle la razón a Penélope, cuidado con los cambios dañinos o fuera de orden. Con esos no hay que contar, porque lo que no sea normal, o sean de carácter negativo o que sean ridículos, esos...esos solamente te producirán rabia, dolor y malestar, y tal vez te traigan consecuencias desagradables.
Mientras tanto:¡ FUERA LA TERCERA MALETA! 

VAMOS CON LA CUARTA MALETA


4.-EL TEMOR AL FUTURO


HABLA PENÉLOPE:

          Bueno, pues seguimos reflexionando sobre nuestro hallazgo. Y hoy vamos a elucubrar sobre este cuarto punto, o sea: EL TEMOR AL FUTURO.
           Si, es verdad, yo lo sé, siempre tenemos miedo del futuro, de lo que vendrá, de lo que irá a pasar mañana, o pasado, o dentro de un año. En fin, que en vez de ocuparnos del presente, nos preocupamos del futuro. Algo intangible, algo que ni siquiera sabemos si vendrá o no.  Probablemente, al leer ésta última aseveración dirán: -Upa, que ave de mal agüero es Penélope-.
               Pues no, mis amigos, no soy ave de mal agüero, soy simplemente realista. Con mucha frecuencia, nos ponemos a pensar en el futuro, nos preocupamos, y dejamos de lado lo verdaderamente importantes que es el presente.
                 Mi querido hijo, Telémaco, hijo de mi querido Odiseo (también llamado Ulises), siempre me dice cuando, me encuentra muy agobiada pensando en cuestiones futuras, que,  como montañas de desastres se me vienen encima: ¡Oh madre!... No os deis mala vida preocupándoos de lo que vendrá. Recordad que la palabra preocuparse, puede interpretarse de la siguiente manera: pre-ocuparse; o sea ocuparse con anticipación de algo. No excelsa madre, ocupáos de lo presente y no os estéis pre-ocupando de lo que vendrá. De eso ya os ocupareis cuando llegue el momento.
                   Como habréis leído, mi hijo es muy respetuoso. Pues sí, yo me angustiaba muchísimo con cuestiones que me parecían sin solución, que aún no habían acontecido, y eso me agobiaba y me paralizaba para "ocuparme" de lo que era verdaderamente importante en ese momento, o sea en el presente.
                      Por ejemplo, ¿para qué te vas a preocupar de lo que comerás mañana, si ahora, en este momento se te está quemando la sopa?
                       Así que mis amados lectores, vivan el día a día. No se pongan a pensar en lo que pasará mañana. Recuerden una máxima que rueda por los lados de Pompeya y que no recuerdo quien la dijo, pero que es efectiva: "Vive como si fueras a morir mañana". Imaginense si los pompeyanos se hubieran preocupado diariamente de la erupción del Vesubio, nunca hubieran disfrutado de la vida. Así cuando erupcionó el volcán y los sepultó a todos, ya habían disfrutado y gozado de la vida.
                   Vive el día de hoy, HOY... Y mañana, vive el de mañana, y así cada día, sin preocuparte tanto del miércoles que viene, o del sábado, o del año que viene...Todo llega a su debido tiempo y cada día trae su propio afán. 

HABLA CLEOPATRA: 

                 ¡Que puedo decirles!...Parece que mi amiga Penélope sabe lo que dice. Aunque yo, sinceramente, preferiría preocuparme del próximo vestido de fiesta que voy a llevar en la fiesta de Ramsés, o tal vez del brillante del anillo que voy a pedir a Marco Antonio. ¡Ay!...No puedo evitarlo, soy demasiado mundana. Pero, que puedo hacer  si soy así. Aunque pensandolo bien, creo que Penélope tiene razón. Cada vez que me preocupo por algo, me sale una nueva arruga y eso no está bien. Se me van a empezar a notar los años. Mejor no me preocupo por nada, vivo feliz, y le sonrío a la vida.


ASÍ QUE...¡FUERA LA CUARTA MALETA!

 VAMOS CON LA QUINTA MALETA

 

5. LA CULPA O LA VERGÜENZA QUE TE ATA

HABLA PENÉLOPE: 

 

         Consecuentes lectores, tengo que pedirles disculpas por mi prolongada ausencia. La verdad es que no merezco su perdón, pero estoy segura que con lo buena gente que son ustedes, me van a disculpar cuando les cuente las razones de esta ausencia antes de empezar a vaciar la quinta maleta. La verdad verdadera es que aqui en Roma, mi país de origen, están pasando tantas cosas que a veces se nos va el tiempo en largas colas para conseguir productos básicos. Desde que Nerón empezó a pensar en incendiar a Roma, no hay día en que no tengamos ese temor. Ya saben que el Emperador Nerón está un poco "tocado", supongo entienden que quiero decir, dicho en idioma vulgar y corriente "que le patina la azotea", y cada vez está empobreciendo más al pobre pueblo romano. Con decirles que el pueblo prefiere huir hacia Pompeya, a pesar del volcán, que quedarse aquí viendo como el loco de Nerón compra y compra cajas de fósforos y que para hacer la gran fogata con el país entero. Me disculpan entonces la ausencia, pero como les he comentado, el tiempo se me va haciendo la cola para conseguir las hierbas aromáticas para adobar los platos de comida que tanto gustan a Odiseo, mi medio naranjo.

           En fin, dejémonos de angustias y procedamos a abrir la quinta maleta y ver que podemos eliminar de ella. La quinta maleta se llama "La culpa o la vergüenza que te ata", y es una maleta un tanto complicada porque tiene doble fondo.

          Les explico. A veces, en la vida y en momentos "de locura" (como diría Cleopatra), cometemos errores, o sin ser errores podríamos llamarlos "faltas", o "equivocaciones", en fin, llámalo como quieras, pero la realidad es, que en definitiva  son situaciones de las que más adelante nos arrepentimos. Ese "más adelante" puede ser toda una vida. 

           Entonces me pregunto: ¿Por qué debo estar toda la vida sufriendo por lo que dejé de hacer? ¿O por lo que hice?¿Por lo que no pude comprar?(En el caso de las compradoras compulsivas), o ¿por lo que compré sin necesitarlo?¿O por las personas, amigos o novios que dejé atrás?

            Ese sufrimiento que vas acumulando por alguna de esas situaciones, va minando tu carácter y tu espíritu. Y eso no es lo peor, sino que además va haciendo que dentro de tí crezca una raíz de amargura que a la larga te va a volver de un carácter desagradable y hasta huraño.

             ¿Cuándo eras jóven rompiste con tu novio? ¿Te obligó tu madre a hacerlo? ¿Sufriste mucho por eso? Es cierto, esa puede ser una causa de inmenso sufrimiento durante toda tu vida, porque tal vez "ese" era el amor de tu vida y lo perdiste. Pero deja atrás ese sentimiento. No quiero decir con ésto que olvides a esa persona que ha vivido en tu corazón (y vivirá) por siempre, porque era un amor verdadero. Simplemente te digo que veas el futuro con optimismo, porque la vida da muchas vueltas y tú no sabes en que momento puedes encontrar a ese amor de tu vida que dejaste en tu juventud. Así que perdona a tu madre de una buena vez, y saca esa raíz de amargura de tu vida. Este mismo razonamiento puedes aplicarlo a cualquier otra situación. ¿No te graduaste de la carrera que estudiabas porque tu esposo te dijo  "tu carrera o yo"? ¡Olvídalo! Tal vez tu destino sea otro, más brillante y mejor y el de esa persona que obstaculizó tus planes, sea hoy día el de un pobre diablo. No cargues toda la vida con frustraciones y tristezas, o quizás vergüenzas. La vida es una sola, y hay que vivirla con alegría, porque en la medida que irradies alegría, tu entorno será brillante y luminoso. Lo mismo sucede en sentido inverso, si irradias tristezas, decrepitud y angustias, eso  mismo tendrás alrededor tuyo. Recuerda que el sol sale cada mañana, y que cada día trae un nuevo amanecer. 

          Quiero añadir aquí una anécdota que he vivido hace algunos años y que puede ilustrar esta última idea que les he escrito. Acostumbraba caminar por la Via Appia, por las mañanas, antes que saliera el sol, con una de mis amigas, hermana del emperador Sulpicio Galva. Esta mujer, todas las mañanas cuando salíamos a caminar los dos kilómetros, envueltas en nuestras túnicas de deporte y con nuestras sandalias marca "Dadidas", las mejores sandalias deportivas de la ciudad, pues ella iba todo el camino hablando mal del emperador Nerón, y no solamente eso, sino que se iba quejando de que no encontraba las hierbas, ni los aceites, ni las carnes, nada de lo necesario para la preparación de los platillos que gustan a su hermano Sulpicio Galva. Yo iba a su lado sin poder pronunciar palabra porque cada vez me iba entristeciendo más y más  al escuchar tanta palabrería deprimente, que llegaba al punto de que al llegar a mi hogar de la Vía romana cerca del Coliseo, lo hacía con mal humor, deprimida y viendo todo en negro. Por lo cual mi día ya comenzaba agriado. Y no solamente esa era la conversación de su largo monólogo, sino que tenía la mala costumbre de si yo alcanzaba a comenzar a contarle algo, tratando como siempre de cambiar lo negativo en positivo, ella me cortaba y me decía "disculpa que te interrumpa" y por ahí seguía hablando de sus tristezas y depresiones y yo me quedaba "con los ojos claros y sin vista", con el mal humor encima y la perspectiva de pasar un mal día, cargada ya con tantas ideas malas que me dejaba mi amiga. Por eso razón un buen día, dejé de caminar junto a ella, la dejé sola, lamentandolo mucho, pero mi salud mental es más importante. Así que ahora camino en otro sitio, cerca del mar Mediterráneo, donde aspiro el aroma marino y me siento en completa fusión con la naturaleza. ¿Qué hice? Me desprendí de una nube que me oscurecía el día. Pero mi amiga, sigue siendo mi amiga, y la aprecio igual. Cuando pueda ayudarla, puede contar conmigo.

 

HABLA CLEOPATRA:

 

           Esta Penélope ha logrado remover mi corazoncito. ¡No sé por qué siempre tengo que hacerle caso! Si toda la vida he tenido oculto eso de mi aventura con Julio César y con Marco Antonio! Ahora me da cosita, me da como un poco de vergüenza haber sido tan casquivana con ellos. Pero es que ...¿Qué puedo hacer, si me gustan todos? Además, yo nunca cargué ninguna vergüenza o culpa por eso, siempre me sentí tan libre como una mariposa, y ahora viene la Penélope esa a hacer que me sienta mal por lo ocurrido hace tantos años y toda apenada por mis amoríos. Pero bueno, al mal tiempo, buena cara, y ya eso quedó en el pasado, así que por los momentos, voy a hacer caso de la puritana de Penélope y no voy a sentir sentimientos de culpa, al contrario, creo que más bien me siento feliz de haber disfrutado tanto.

DESPRÉNDETE DE LA QUINTA MALETA

 

 

VAMOS CON LA SEXTA MALETA 

 

6.- LA AUTOPERSECUCIÓN 


HABLA PENÉLOPE:

 

          ¿Qué es la autopersecución? ...¡Bueno, qué va a ser! Perseguirse uno mismo. O sea, es más o menos, como cuando vemos un perro tratando de morderse la cola, que da vueltas y vueltas sobre su mismo eje, y nunca sale de lo mismo. Así pasa cuando decidimos perseguirnos a nosotros mismos.

          Y tú, lector amigo, te preguntarás: ¿perseguirnos?¿De qué?...Pues de todo, mi consecuente lector. Nos perseguimos por todo.

           Nos perseguimos cuando empezamos con el tema de que si estoy muy gorda ( o gordo), nos perseguimos cuando nos atormentamos con que no pude terminar el curso de costura que empecé la semana pasada, nos perseguimos cuando nos atormentamos porque no pudimos aprender guitarra que era nuestro sueño dorado, nos perseguimos cuando no pudimos seguir pintando al óleo porque nos asfixiabámos con los vapores de los pigmentos, y en fin, vivimos atormentados diariamente con lo que no hemos podido hacer en la vida, creyendo por eso que hemos fracasado.

           ¡Nada de eso! Lo que no hemos podido terminar en un momento dado, no quiere decir que no vayamos a terminarlo jamás. Puede ser que ese no era el momento adecuado para hacer lo que planeábamos hacer y por eso surgieron las interrupciones. Pero eso no quiere decir que debamos abandonar los proyectos que llenen nuestra vida.

          Una vez leí en un papiro, en una librería de la via Venetto, que "para ser una persona de éxito debes caminar un kilómetro más cada día". Lo que quiero decir con ésto, es que no debemos perder de vista nuestras metas. Y cada día caminar un poquito más (si, ese es el kilómetro) , para lograrlas. Pero no te pongas metas a largo plazo, porque si no las alcanzas, te deprimes y el ánimo se te va a los pies. Pon metas cortas y fáciles de lograr, y una vez alcanzada una meta, sigue a trazarte la siguiente meta. Cuando te des cuenta habrás logrado la "gran meta" que creías tan difícil de alcanzar. Entonces deja de autoperseguirte con el látigo implacable de la autocrítica. Tú eres una persona de éxito, como lo soy yo, y como lo es tu amigo o amiga, o tu vecino, o tu hijo, o tu hija, en fin, como somos todos. Pero eso sí, para lograrlo debes caminar tu kilómetro extra todos los días y dejar de ser "una persona de éxito que vive en el anonimato". Es hora de salir a la luz con el éxito por delante. Brillando con luz propia. ¡Vamos, anímate! Acompáñame en el próximo kilómetro.

 

HABLA CLEOPATRA: 

          No sé que es lo que pretende la Penélope esa. Sinceramente. Será mi amiga y todo lo demás, pero ¿quién le ha dicho a ella que no soy una mujer de éxito? No hay más que ver mi figura escultural, mi cutis de leche, mis uñas de pies y manos pulidas y mi cuerpo de guitarra. Porque si de algo estoy segura es de mi belleza única. Y ya que estamos en hora de confidencias, les diré mi secreto: ¡No hay que perder el glamour!. Así es, eso es algo que mi enamorado Marco Antonio me repite eternamente: Cleo, de mi vida, nunca pierdas tu encanto ni tu glamour. Por esa razón yo no me autopersigo, porque eso es un fastidio. Yo emprendo mis proyectos y mis metas diariamente, cada vez con mayor entusiasmo. Me voy al gimnasio de la calle de la Esfinge y allí me doy mis baños de leche y agua de rosas, mis masajes con aceites de gardenia y solamente pienso en ponerme bella y provocativa para mi querido Marco Antonio. Esa es mi meta diaria, y puedo asegurarles que siempre la alcanzo. Así que por favor:

 

FUERA LA SEXTA MALETA!

  

7.-VAMOS CON LA SEPTIMA MALETA 

 

DEJARTE LLEVAR DEMASIADO POR LOS SENTIMIENTOS

 

HABLA PENÉLOPE:

          Ah, mis queridos lectores, esta maleta es francamente compleja. ¿Cómo no dejarnos llevar por los sentimientos?...Es tan difícil no arrastrarnos ante las situaciones que se nos atraviesan en el diario vivir, y dejar de involucrar nuestros sentimientos en esas situaciones.

              Sin embargo, si queremos lograr una paz interior, debemos emplear toda nuestra fuerza de voluntad para no dejarnos arrastrar por los sentimientos, ya sean buenos o malos.

                  Por ejemplo, conozco una amiga que residía en Pompeya, por cierto que después de la erupción del volcán no la he vuelto a ver, espero que lograra escapar a tiempo de la fuerza devastadora del volcán Vesubio, porque era muy simpática y buena persona y eramos buenas amigas, aunque alguién me dijo que se había mudado para los lados del Coliseo, en fin, espero verla en cualquier momento. La cuestión es, y siguiendo el hilo del tema, que ésta amiga mía estaba muy enamorada de un valiente gladiador, muy apuesto por cierto, pero era casado. Mi amiga, que estaba libre,  había entregado sus sentimientos desde la adolescencia a este apuesto caballero. Cuando nos reuníamos, ella y yo, conversábamos sobre nuestras vidas, pero mi amiga opinaba que su felicidad estaba en ese hombre, se dejaba llevar por sus sentimientos completamente. Que sin él no podía vivir, que solamente era feliz cuando estaba con él y sin él se moriría. Yo le aconsejaba y le decía que la felicidad no podemos basarla en otra persona, ni en nuestros sentimientos, que la felicidad no es un "método" de vida. La felicidad no trae manual de instrucciones. La felicidad tiene muchas aristas y lo que hoy nos hace feliz, puede ser que mañana no lo haga. En fin, que ella no debía basar su felicidad en sus sentimientos, porque de esa manera, nunca lograría ser feliz completamente, siempre habría un rinconcito oscuro, porque el apuesto gladiador, a pesar de amarla a ella completamente, no era libre, y ya se sabe que en nuestra Roma, no hay posibilidades de divorcio o repudio de la esposa, así que aunque él la amara, nunca podrían tener una vida juntos, porque él era una persona extremadamente correcta y nunca podría hacerle daño ni a su esposa ni a sus hijos. Así pues, si ella basaba su felicidad en sus sentimientos, nunca lograría ser feliz.

              ¿Me explico lo que que quiero decir? Lo mismo sucede cuando tenemos un conflicto con alguna persona, quiero decir, que nuestros sentimientos hacia esa persona son de desagrado o repulsión, pero si nos dejamos llevar por el sentimiento, esa persona va a sufrir y eso puede marcarla de por vida. Por ejemplo, si vives diciendole a tu hijo que es tonto, crecerá con esa idea, y nunca progresará en la vida, ni se esforzará, porque "es tonto". Recuerdo en una oportunidad que yo acababa de salir de un automercado en la via Venetto, detrás de mi venía caminando un romano y empujaba a una niña y le decía "camina bruta", "muevete bruta" y así todo el tiempo. Creanme que me dieron ganas de decirle cuatro cosas a ese tipo, pero no lo hice para evitarme un disgusto mayor, porque me di cuenta de la clase de persona que era. Pues esa criatura, crecerá con la idea de que es bruta y nunca será buena estudiante. Ni alcanzará éxito en la vida.

                     La palabra es un arma poderosa, y lo que declaramos con la boca, poco a poco irá "goteando" hasta que sucederá. Es como la gota de agua sobre la roca, que gota a gota la va erosionando. Y si lo dudan, vean las estalactitas y estalagmitas en las cuevas.

                        Entonces...¿Estamos de acuerdo? Dejarnos llevar por los sentimientos, no es malo, lo que hay es que saber dosificar los sentimientos para no hacer de ellos el centro de nuestra vidsa y nuestra felicidad.

                            Así que vamos con fuerza a sacar esa séptima maleta de nuestro armario.

 

HABLA CLEOPATRA:

                  Penélope siempre me desconcierta. ¿Qué no me deje llevar por los sentmientos? Yo soy muy querendona, y cuando me enamoro, lo hago hasta las últimas consecuencias, si lo dudan pregunten a Julio César y a Marco Antonio. También es cierto que cuando odio, lo hago hasta reventar. No puedo evitarlo, los sentimientos me arrastran como una avalancha. ¿Será por eso que sufro tanto?

                   Creo que voy a tener que escuchar un poco más los consejos de mi amiga Penélope.

                      Por ahora:

¡FUERA LA SÉPTIMA MALETA! 

 LA OCTAVA MALETA

8. EL DESEO DE AJUSTAR CUENTAS CON OTRAS PERSONAS 

 

HABLA PENÉLOPE:

                         Te pregunto: ¿te ha tratado mal una amiga, o un amigo?...¿No te invitaron a una fiesta a la que tú deseabas ir?...Tu esposo no te llevó de paseo a dónde tú querías pasear?...¿Tus hijos no se han comportado cómo tú deseabas?
                              Es posible que todo eso haya pasado, todo junto o por separado, y entonces te sientes que todo el mundo está en tu contra, quieres "colocar una bomba" en cada uno de ellos, deseas atormentarlos con malas palabras o malas caras, y en definitiva, por tu cabeza solamente pasan malos deseos hacia ellos...Deseos de venganza.
                         Y vuelvo a preguntarte: ¿por qué?...Es que acaso, tu corazón se ha llenado de un vano deseo de venganza, hacia las personas que en tu mente distorsionada de la realidad, ves como "que están en contra tuya".
                         ¡Pues no! queridos amigos. No hay ninguna necesidad de ajustar cuentas con nadie, ni de vengarse, ni de cualquier actuación parecida que de lugar a otra situación aún peor. Cuando intentas ajustar cuentas con alguna persona, que crees te ha faltado el respeto o te ha ofendido, simplemente lo que vas a generar es un nuevo conflicto, que a la larga va a ser peor que el primero,(y que posiblemente ese primer conflicto esté solamente en tu mente). Lo mejor ante estas situaciones equívocas, es razonar y seguidamente hablar con la otra persona como seres civilizados y sacar conclusiones. 
                   Errores, mala interpretación de los hechos, en fin, todo es posible. Lo importante es no dejarse llevar por los malos deseos, hablar, razonar y entenderse. Es así de simple. Y por supuesto, nunca, nunca guardar rencores ocultos.
                       ¿Saben lo que es verdaderamente catastrófico? Cuando una persona a la que supuestamente ofendieron o hicieron algo que no le gustaba, pasado cierto tiempo, molesta a su amigo o amiga con la excusa de que "Tú me hiciste lo mismo el mes (o el año) pasado, te lo hago igual, para que veas lo que molesta".
                                          Nooooo, por favor, no caigan en esa trampa, eso es una bajeza y solamente traerá más disputas, y más enemistad. Recuerden, lo mejor es hablar, entenderse y si hay que pedir disculpas, se piden. Y sobretodo, olvidar, no vivir llenos de rencor. 

  HABLA CLEOPATRA:

                              Tengo que reconocer que Penélope es mucho más sensata que yo. Mejor no les cuento lo que yo haría si alguno de mis súbditos me ofendiera. Pero no me hagan caso, yo creo que también debo seguir los consejos de Penélope una vez más. Es una mujer extraordinaria y muy sabia.

   FUERA LA OCTAVA MALETA!


9.PENSAR EN EL FUTURO SIN DISFRUTAR EL PRESENTE

HABLA PENÉLOPE:


          A veces, nos pasamos el día y hasta la noche pensando en lo que acontecerá mañana, o la semana próxima, o hasta el año próximo (para las más audaces), y ¿qué logramos con ello? Despertarnos amargadas, pasar el día en un estado incontrolable de nervios y dejando pasar muchas oportunidades para ser felices. Para hacer de ese día, uno de los mejores de la semana, o del mes, o del año, o , inclusive, de nuestra vida. 
             Amanecemos con el ceño fruncido, pensando en las cuentas por pagar, en las dificultades de encontrar determinado artículo de la vida diaria, imaginando situaciones terribles. Pensando que el novio(o el esposo, o el amante) ya no nos quiere, que somos feas, que estamos gordas, que nos ha salido una nueva cana, que nuestra mejor amiga está molesta, en fin. Vivimos angustiadas por lo que será, y que aún no sabemos si ha sido, pero que en nuestro sub consciente ya se está formando la llaguita de la ansiedad por eso, "por venir".
              ¿Y qué pasa entonces? Pues sucede que por estar pensando en lo que "va a pasar" según nuestra mente febril, no le prestamos atención a lo "que está pasando". Y en esa falta de atención puede suceder que nos estemos perdiendo algo bueno que nos iba a pasar o que nos está pasando, pero que no nos damos cuenta.
               ¿Para qué adelantar el futuro? Cuando tenemos un presente por delante que puede ser muy halagüeño y divertido. Tengo un buen amigo que cuando yo comienzo a "sufrir" por lo que ha de venir, siempre se ríe de mi lamándome "pitonisa" y que estoy "pitoniseando". Y es verdad, él tiene razón. ¿Qué necesidad tenemos de adelantar los acontecimientos? Creamos en nuestra mente situaciones inverosímiles, que a la larga nos producen preocupaciones y amarguras, cuando son vivencias que no tienen que ser reales, ni que vayan a suceder. Por eso, les aconsejo que desechen esa maleta de su vida. No se preocupes por el futuro, porque les impide disfrutar su presente.

HABLA CLEOPATRA:

              Por esta vez tengo que , nuevamente   y aunque no quiera reconocerlo, darle la razón a Penélope. Esta chica se me está convirtiendo en una filósofa consumada, y además pareciera que fuera mi conciencia. Es cierto, yo vivía preocupada por el futuro, que sí vendrá Marco Antonio, que si vendrá  César, que si vendrá mi esposo, que si vendrá mi amante, que sí mis esclavas me tendrán las túnicas planchadas y bellas, que si mi maquillaje estará perfecto, y así me pasaba el día. ¿Y qué logré con eso? Que cuando llegaba el momento del encuentro tan esperado, ya estaba tan nerviosa y preocupada, que no podía disfrutar el momento con mi amado, y eso me ocasionaba profundos y severos dolores de cabeza. Así que amigas que me leen. No piensen tanto en el futuro y disfruten el presente, que estoy segura tiene muchas cosas buenas que las harán realmente felices. Yo lo soy desde que le hice caso a mi amiguita Penélope.

¡FUERA LA NOVENA MALETA!
  

                



10. PENSAR EN EXCESO

HABLA PENÉLOPE:

          Y con ésta maleta décima, llegamos al final de las maletas de las cuales debemos desprendernos para poder llevar una vida normal, productiva y placentera, que quizás no será la más maravillosa del mundo, pero es nuestra vida y debemos vivirla de la mejor manera posible. Sin tanto trauma, y sin tanta amargura que corroe nuestra inteligencia y entorpece nuestros sentidos, dejando el alma tan arrugada como nuestro semblante.
           ¿En qué consiste esta décima maleta? Esta pesada y agobiante décima maleta, consiste en "Pensar en exceso". ¿Y cómo es eso? se preguntarán ustedes, mis queridas amigas. Sencillamente eso. Cuando pensamos en exceso, pasamos el día pensando, y dejamos de hacer cosas maravillosas que podríamos estar construyendo en nuestras vidas. Nos ponemos a pensar en las noticias que se escuchan de los vecinos y amigos, nos ponemos a pensar en las noticias que leemos en los famosos chats que invaden nuestra vida, en las noticias de la web, en los chismes de las amigas, en fin, pensamos en cualquier cosa que nos evade de la realidad, simplemente porque eso es lo que deseamos, evadirnos de la realidad. Lamentablemente esa evasión nos produce ansiedad, porque hoy día, es raro escuchar una buena noticia o algo bueno que esté pasando. Se está dando más importancia a todo lo malo que anda por el mundo, se ve solamente los errores y defectos de los vecinos, de la ciudad, de los amigos y hasta de la familia, y entonces, comenzamos a pensar en eso que hemos escuchado y envenenamos nuestros pensamientos con cualquier cantidad de parásitos de cosas feas. No pensemos tanta tontería. Recuerden que el pensamiento es acción. Lo que pensamos lo llevamos a las palabras, y las palabras tienen el poder de crear lo que el pensamiento ya planificó y creó. Si, es como un círculo cerrado en el cual, inconscientemente nos metemos y se nos hace difícil salir.  No pensemos en exceso en cosas malas y desagradables. Por el contrario, pensemos siempre en todo lo positivo que tenemos en la vida y en lo que está por venir, y veremos como ese positivismo y esas bendiciones van a fluir en nuestras vidas . Con el rechazo de esta décima maleta, me despido de todas ustedes. Deseando que mis consejos les hayan sido de utilidad y que sigan visitándome en esta casa de buenas ideas y consejos para ser mujeres de éxito.  

HABLA CLEOPATRA:

                 En esta décima maleta, soy la reina. A mi, sinceramente y sin que me quede nada por dentro, debo decir, que no me gustó nunca pensar en exceso. Yo siempre viví al día y me preocupé de mantenerme bella, hermosa y glamorosa para recibir a mi esposo y hacerlo muy feliz, y también debo decir, a mi amante de vez en cuando. Con ésto no quiero decir que imiten mi vida en ese aspecto. Esa parte me hizo disfrutar mucho, pero a la larga, tener esposo y amante fue mi perdición. Así que mi consejo es que se dediquen con esmero a hacer feliz a su esposo, a mantenerse bellas, hermosas y glamorosas. Pero no descuiden su inteligencia, ni su vida. Ustedes pueden estar unidas a un hombre, pero ustedes tienen su vida propia, Cada mujer tiene dos vidas, la que la une a un esposo y a una familia y la vida propia que no debe descuidar. Recuerda amiga, que no eres esclava de un hombre. Que no debes decuidar tu alma, ni tus aficiones, ni tu mente, ni tu inteligencia. Eres un ser individual, inteligente y bella, que debes mantener siempre. No descuides tus aficiones, ni tu personalidad. Recuerda que eres única y especial como mujer de éxito. Así pues, te deseo que vivas cien años, y que esos años sean siempre hermosos, y excelentes.

 

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